Los zumos de frutas siempre han estado ahí. ¿Quién no tiene un exprimidor en casa? ¿Quién no ha disfrutado con un zumo de naranja de buena mañana? Es una de las mejores fórmulas para combatir el calor, porque además de hidratarnos y saciar nuestra sed, son fuente de todo tipo de vitaminas y minerales.
Pero de un tiempo a esta parte, la moda por los zumos, los batidos y los ‘smoothies’ se ha desatado hasta niveles insospechados. Basta con pasear por las librerías de cualquier ciudad para darse cuenta de la interminable oferta de libros con recetas líquidas, a cuál más tentadora y cuidada, que hay editados.
Son preparaciones muy sanas porque, además de alimentar con sus nutrientes, regeneran el cuerpo, a menudo castigado por algún exceso previo. También nos ayudan a mantener nuestra salud en el mejor estado posible. Un ejemplo de ello son los zumos ‘detox’. Estas preparaciones a base de verduras, frutas y supernutrientes nos ayudan, además de a nutrirnos, a purificarnos, pues facilitan los procesos de purga, eliminación y renovación, propios de nuestro cuerpo. A diferencia de los zumos que se hacían en casa antiguamente, a base de frutas casi siempre, ahora a las frutas se suman verduras y hortalizas (de ahí que se hable también del término ‘zumo verde’), que, mezcladas en su justa medida, abren el horizonte de sabores con los que perderse en el infinito.
La irrupción del concepto superalimento ha ayudado a enriquecer las fórmulas todavía más, especialmente a nivel nutricional. Los superalimentos (desde los más conocidos como el aceite de oliva virgen extra o algunas legumbres hasta otros menos populares como la quinoa, la chía, la espirulina, la col kale, las bayas de goji y el açaí) son aquellos productos que debido a su elevadísimo potencial nutritivo o a su alta concentración en antioxidantes, grasas saludables o vitaminas, destacan enormemente sobre los demás.
A rebufo de esta moda, en el mundo de los zumos se ha popularizado la extracción en frío. Este sistema se basa en la obtención del jugo de las frutas, verduras, hojas o semillas mediante presión en frío y a muy bajas revoluciones (sobre unas 50 por minuto). De este modo, se evita temperatura en el alimento procesado y se potencia la permanencia de enzimas y vitaminas que de otro modo se habrían reducido en gran porcentaje. Un nuevo universo, porque tanto la textura como el sabor resultante son mucho más potentes. Zumos nuevos, crudos, sorprendentes y muy saludables.
Podemos afirmar que con jugos como los descritos, conseguimos salud a tragos. Los médicos confirman que consumir los alimentos crudos es más saludable que hacerlo asados o cocidos, ya que las enzimas, los nutrientes y los minerales vitales permanecen intactos. Así que no hay excusa para combatir el calor con un buen zumo.
En Windsor venimos apostando por una cocina cada vez más saludable, una tendencia a la que se están apuntando cada vez más comensales. En este sentido, damos un paso más incorporando a nuestra carta de bebidas una sección con los mejores jugos naturales que esperamos que harán las delicias de tu paladar… y de tu bienestar. ¡Disfrútalos y haz salud!